Un paseo por el Valle
Salir de paseo por el valle de Rodellar es toda una aventura natural...no hace falta ir a zoo ni hacer un safari por áfrica. Aquí mismo a media hora de Huesca tenemos una inmensa variedad natural y animal capaz de motivar a cualquiera que le guste un poco andar y conocer nuestra Sierra de Guara pero si además sabes que te vas a encontrar a la vuelta de ese camino o de ese zarzal con alguna especie de animal se te hace la boca agua...nunca sabes con que te va a sorprender esta maravillosa tierra.
Hace unas pocas semanas decidí ir de paseo por el valle de Rodellar siguiendo sus caminos de piedra, la cámara en mano y con la intención de disfrutar del paisaje, lo que no sabia con tanta certeza es que me iba a encontrar con tanta diversidad animal en tan poco tiempo.
Nada más llegar a la entrada de Rodellar y antes de bajar del coche me sorprendió la primera inesperada visita del día: Un buitre leonado posado sobre en el canto de la carretera dándome la bienvenida. Lo curioso es que al bajar del coche el animal ni se inmuto, anda que no estaba bien tomando el sol...
Ya en casa me cambie el "atuendo", preparé una pequeña mochila con algunas provisiones y me dispuse a dar una vuelta para pasar el día, y al cabo de una hora de ruta hacia el pueblo deshabitado de Otin me sorprendieron unas cabras que pastaban tranquilamente en lo alto de la costera camino del cajigar de Otin como si supieran que iba a pasar por ese sitio. Aproveche la situación para sacarles unas cuantas fotos, descansar y almorzar un poco viendo como finalmente se alejaron de mi presencia hacia monte cerrado.
Tan pronto como se alejaron continué mi jornada pensando que ya no volvería a ver algún que otro animal, ¡a excepción de sapos!... pero siempre con la mirada atenta y disfrutando del paisaje hasta que llegue al pueblo de Otin. Una vez allí descanse, di cuenta de mi abituallamiento y volví a bajar haciendo la ruta circular que pasa por el
Dolmen de la Losa Mora, la pardina de Seral y el barranco de
Adrebot.
Y fue justo allí, en la garganta de Adrebot y al lado de la cueva que lleva el mismo nombre cuando me volví a cruzar en mi camino con las mismas cabras que había dejado tiempo atrás en lo alto de la costera. Espectacular, otra vez estaban ellas allí contemplando y vigilando el camino desde lo alto como si fueran las guardianas del valle. Merecía tomar otra instantánea en ese preciso momento y así lo hice.
Me despedí de ellas y poco a poco se fueron alejando hasta perderse en lo alto de la peña y yo proseguí con mi ruta de camino de Rodellar pensando en encender el fuego y darme una ducha nada mas llegar a casa.
Llegue a la fuente de
Mascun, bebí agua como es "menester" cuando pasó por esa mágica fuente y cruce el río para remontar el ultimo tramo camino arriba hasta la Cruz de las Graderas cuando en ese instante al doblar el camino, a mano izquierda me pareció ver algo moverse entre los buchos (bojes). ¿Será una rabosa o una liebre? -pensé, sin darle mucha importancia, mire fijamente hasta que pude ver una cabeza asomar...vaya que si lo era. Era una rabosa más lista que el hambre, paralizada por mi presencia, creyendo que mi vista no la descubriría.
Esta es la esencia de nuestra Sierra de Guara, una excepcional combinación de paisaje, fauna, agua y vegetacion.
Toda una aventura ;)