Esos momentos en que se va el sol y llega la noche son momentos triviales porque ocurren todos los días, pero no es del todo así, ya que hay situaciones a lo largo del año en que se convierten en un espectáculo visual, sobre todo para esos (en la que yo me incluyo) amantes de la fotografía que buscamos la perfección en la imagen sin hacer mucho caso a aquel filosofo que dijo "la perfección no existe, pero si el buen hacer".
Os dejo unas de esas imágenes...