Siguiendo el hilo de nuestro anterior post sobre las bruxas que acechaban sobre del dolmen de Ibirque también llamado "Caseta de la Bruxas" y las consecuencias terrorificas que han generado en mis lectores tengo el deber esta vez de ahuyentarlas o por lo menos intentar espantarlas! ¿Que como? Pues como lo hacían antes en las casas, con espantabrujas de los más variopintos colores y formas que os podéis imaginar.
Por ello las "chamineras" se tapaban en la medida de lo posible con estas místicas y encantadoras piedras y después se colocaban en el fogaril las tenazas en forma de cruz o aspa, mirando hacia arriba antes de irse uno a dormir. Lo mas curioso es que al tener orificios en sus puntas cantaban al son del viento en días ventosos, fuuuuuiiii, fuiiiiiiiiii...tenebroso en noches de invierno sin luna llena...
Estos elementos, mitad arte mitad superstición, han sido tan importantes a través de los tiempos que, hoy en día en el alto aragón, se siguen construyendo en las chimeneas de las casas nuevas siguiendo así una tradición y leyenda popular de la propia zona que ha pasado de generación en generación.